El Día de los Muertos, Festividad Mexicana declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

Sin duda, la celebración de “El Día de los Muertos” que practicaban los aztecas y otros grupos de indígenas es una muy particular forma de entender el Ciclo de la Vida y una manifestación de respeto hacia la Muerte y de Gran Amor hacia sus seres queridos muertos. Hoy en día en México, “El Día de los Muertos” es un claro ejemplo del sincretismo entre las Culturas Mesoamericanas y la Religión Católica que los españoles trajeron a México durante la conquista.

Los Aztecas celebran a sus difuntos (niños y adultos) en los meses de Julio y Agosto respectivamente; pues bien, como parte de la conquista y con el propósito de convertir a los indígenas al catolicismo, los monjes católicos acomodaron estas celebraciones a su calendario y por esta razón, la celebración de “El Día de los Muertos” se lleva a cabo del 31 de octubre al 2 de noviembre.

Imágenes

Día de Todos Santos (1° de Noviembre)

La Religión Católica dedica el Día de Todos Santos a celebrar a todos los Santos conocidos y no conocidos y también a aquellos difuntos que han superado el purgatorio y por lo tanto, se han santificado totalmente, han obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna; es decir, no sólo se festeja a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados y que la Iglesia celebra en un día especial del año; se celebra a todos aquellos que han trascendido el purgatorio y que a pesar de no estar canonizados, viven ya en la presencia de Dios.

Los Aztecas por su parte, recordaban el fallecimiento de los niños con gran Nostalgia, Dolor y al mismo tiempo con Esperanza; creían en la reencarnación y en la inmortalidad del Alma; por lo tanto, estaban convencidos que muy pronto el espíritu de sus niños estaría de regreso cobrando Vida en otro niño recién nacido.

Ahora bien, si nos hacemos la siguiente pregunta:

¿Qué pecado pudo haber cometido un niño que falleció a muy temprana edad? La respuesta es correcta: Ninguno; luego entonces, si nunca cometieron un pecado y ya fallecieron, entonces todos los niños en estas condiciones son Santos; es decir, los niños son “Todos Santos”.

Por esta razón la Religión Católica celebra a los “Niños Fallecidos” en la misma fecha que celebra el “Día de Todos Santos”.

Imágenes

Fieles Difuntos (2 de Noviembre)

La Religión Católica recuerda a las personas fallecidas y reza por ellas, especialmente por las almas que penan en el purgatorio pues en Vida no fueron tan buenos para ir al cielo o no fueron tan malas para ir al inferno.

En contraste, para los Aztecas lo que determina el sitio al que irían las almas después de la muerte dependía de la forma en la que fallecían las personas:

Omeyocan: A este sitio iban los Guerreros Muertos en Batalla, los Pochtecas (comerciantes) que morían defendiéndose cuando eran asaltados y también las Mujeres Fallecidas en Parto, pues murieron librando una batalla contra la Muerte para dar Vida. Era un honor morir en batalla.

Tlalocan: Lugar en donde reside Tláloc el Dios del Agua y al que iban aquellos que Morían por Causas Relacionadas con el Agua, como ahogados, acumulación de líquidos o los alcanzados por algún rayo.

Chichihuacuauhco: Aquí llegaban los Niños que había fallecido y los Niños Nacidos No Vivos para alimentarse con leche de los Árboles Nodriza que emana de las tetas que tenían estos árboles en lugar de flores o frutos, mientras que llegaba el momento de retornar a la Tierra.

Mictlan: En contraste, quienes morían por Causas Naturales, se iban al “Mictlan”, el Inframundo de los Aztecas en donde habitan el señor y señora de la muerte Mictlantecuhtli y Mictecacíhuat quienes esperaban a los muertos que habían superado los nueve niveles del inframundo en un periodo de cuatro años, durante el que, por cierto, podían detenerse y regresar a casa para alimentarse y recuperar sus fuerzas; se cree que este es uno de los posibles orígenes de las ofrendas en los altares del Día de Muertos. Al final del trayecto, los muertos llegan a un sitio en donde existe una espesa niebla que les impide ver; pero sí en cambio, reflexionar sobre sus actos en Vida conectándose con todo lo que les sucedió y rodeó hasta el punto en el que el Muerto se volvía uno con todo dejando de sufrir y entrando por fin al anhelado Mictlan para su Gran Sueño Terrenal en Paz y para Siempre.

Por lo anterior, en particular por el Mictlan y su similitud con el Purgatorio, la Religión Católica acomodó la celebración que los aztecas rendían a sus difuntos adultos para el día 2 de noviembre.

Imágenes

Celebración del Día de Muertos en San Andrés Mixquic.

En San Andrés Mixquic, el Día de Muertos no es sólo un motivo para que las familias se reúnan para recordar a sus seres queridos que han fallecido, sino también para dar la bienvenida a sus Espíritus que regresan a la Tierra para disfrutar de esta celebración.

Según la creencia, al medio día del 31 de octubre llegan los Espíritus de los niños o Angelitos como se les dice cariñosamente y son recibidos haciendo sonar las campanas de la iglesia y echando cuetes al aire; de la misma forma se despiden al medio día del 1° de noviembre que es precisamente, cuando llegan los adultos quienes se retiran al medio día del 2 de noviembre; sin embargo, la celebración continua y en las casas se comen las ofrendas que aún quedan en el Altar.

Los Altares son preparados con gran entusiasmo y cariño, decorándose con flores de cempasúchil, con papel de oropel picado, veladoras y copal básicamente. Con los pétalos de la flor de cempasúchil se hace un caminito desde la entrada principal de la casa hasta el Altar con el propósito de facilitar el acceso de los Espíritus.

En los altares se colocan fotografías de las personas que han fallecido junto con imágenes religiosas, cruces y rosarios. Las ofrendas consisten en el tradicional pan de muerto y los platillos que los difuntos preferían en Vida como tamales, fruta de horno (galletas), frutas varias, café, tequila, mezcal, cigarros, así como juguetes y dulces para los angelitos.

Para los aztecas, las Calaveras o cráneos representaban el Ciclo de la Vida y hoy en día, aún se siguen utilizando para decorar los Altares, solo que ahora son calaveritas de azúcar y de chocolate que cuando se recoge el altar, o antes si los padres se descuidan, se las comen los niños.

Las tumbas son decoradas por niños y adultos de la misma forma en la que se decoran los altares en las casas, solo que se agregan arcos de carrizo decorados con flor de cempasúchil; además se colocan algunos asientos para sentarse a rezar a los difuntos durante el día o por la noche inclusive.

Después, cuando ha caído la noche, las familias se reúnen en el cementerio alrededor de las tumbas para rezar a sus difuntos recordándolos con gran cariño y melancolía; hay lágrimas y también hay risas al recordar algunos eventos alegres de la Vida de los familiares Muertos.

Las sombras de la noche danzan sobre las tumbas producto de la luz y del humo de las velas y de un suave viento mientras, el incienso invade el ambiente formando una densa niebla. De repente, se puede escuchar que alguien hace promesas a los Muertos como si estuvieran Vivos.

El Día de Muertos en México es una celebración llena de contrastes; hay Alegría y al propio tiempo Tristeza y Melancolía. Los Altares y las Tumbas están llenos de color y a la vez se tiñen de negro, los Vivos festejan a los Muertos, todo al mismo tiempo, justo como es la Vida.

Hay algo en movimiento en el ambiente que unifica y dignifica la celebración del Día de Muertos; se visita un cementerio; sin embargo, no todo es tristeza; la Muerte se entiende como una condición natural de Vida y los Adultos la encaran con gran respeto y aplomo; y los niños, comienzan a comprender que la Vida, no Usted ni Nosotros, la Vida, es para siempre.

Estamos seguros que este recorrido les encantará.

Imágenes

Información general del recorrido